Cuándo empezamos en el camino de querer mejorar nuestra alimentación, se nos abre un mundo que a veces nos resulta abrumador. Y es más que normal ya que las posibilidades y enfoques son tan variados que en ocasiones no sabemos qué es lo que va primero y que es lo que nos va mejor.
Cuando no existe patología alguna de base, sino que es el deseo de cambio hacia una alimentación más alineada contigo, consiste más bien en la experimentación de qué es lo que más te gusta, que se adapta mejor a tu familia y cuánto tiempo te lleva aprender a comer diferente para no caer en errores que a la larga puedan producirte algún déficit o desequilibrio.
Generalmente y cuando ya has decidido con qué base alimenticia vas a seguir, nos encontramos ante otro reto. Y es evitar el aburrimiento a la hora de cocinar. Caemos en el error de cocinar siempre lo mismo y de la misma manera, porque se nos acomoda o porque la economía tampoco te permite mucho margen. Empiezan a escasear las ideas, y surgen las tentaciones a “volver a lo de antes”, porque no logras la variedad, creatividad y tiempo para poder implementar todo lo que te gustaría.
Bueno, ante esta situación, lo primero, es reducir nuestra ansiedad a querer hacerlo todo perfecto. Porque ningún cambio que se precie saldrá perfecto a la primera. En realidad, ahí reside el aprendizaje. En esa prueba y error.
Mi sugerencia es que no quieras hacerlo perfecto desde el inicio y que te permitas esos “errores antiguos” sin ninguna culpa, ya que la forma que tienes de alimentarte no es solamente física, sino que muchas de las decisiones pasan por el filtro de las emociones y ahí hace falta aún más observación.
Pero hoy de lo que te quiero hablar y compartir son 3 consejos para que si estás en esta situación puedas enfocar de diferente manera y arranques hacia otro lugar que te desatasque y te de otra visión para inspirarte en encontrar tu forma de hacer las cosas.
#MANTENTE ACTIVA EN LA BÚSQUEDA DE RECETAS
Te recomiendo mucho tener un recetario que crees tu misma. Que reserves una carpeta o archivador que te ayude a recopilar y organizar tus recetas.
Si te gusta la papelería tienes un montón de opciones bonitas tanto ya hechas como ideas para crearlo tú misma.
Tener también una estantería con libros sobre diferentes temáticas y recetas te ayuda a ampliar tu repertorio.
La idea es que tengas sólo un lugar al que recurrir cuando necesites inspiración. No es algo que tengas que usar a diario si no quieres o no tienes tiempo, pero si te recomiendo tenerlo a mano cuando estés planificando tu menú semanal o mensual para que todo fluya más fácilmente.
Facilítate el trabajo y pon marcapáginas en los libros, ordenarlos por ingredientes o tipos de cocina… Busca tu forma de que la búsqueda de inspiración no sea tediosa ni lenta.
#ORDENA TU DESPENSA
Uno de los primeros pasos que te sugiero dar es también ver que ingredientes y alimentos tienes ya en tu casa. Crear el menú a partir de eso y empezar a disponer los espacios enfocados al tipo de alimentación que quieres llevar.
No se trata de tirar todo lo que tengas y empezar de 0, ya que en la mayoría de casos es necesaria una transición. Sino más bien ver de que dispones para iniciar el camino hacia dónde quieres ir.
Déjate a mano una lista para, por categorías, apuntar todo lo que tienes y así poderlo incluir en tu menú sin necesidad de incrementar el gasto del mes. Primero optimiza y luego ya compraras o cambiaras ingredientes si es que es lo que necesitas.
Para ordenar rápidamente la despensa te recomiendo:
- Sacar todo.
- Limpiar la despensa.
- Ordenar por categorías.
- Anotarlo en una lista.
- Dejarla a mano para saber que tienes y qué puedes utilizar.
- Anotar lo que quieres adquirir en las próximas compras.
Mantenerla ordenada te ahorrará tiempo y te dará paz saber de todo lo que dispones. Además te ahorrará dinero en la cesta de la compra, ya que evitarás comprar de más en futuras idas al mercado o supermercado.
#PLANIFICACIÓN DEL MENÚ
La planificación de menús y de todo lo que le rodea (elegir día para hacerlo, por ejemplo) no siempre es el primer paso fácil que hay que dar. Dependerá mucho de cómo eres y de lo que realmente te a bien a ti.
Aún así, te recomiendo mucho que cojas el hábito de hacer tu menú y lista de la compra porque verás lo sencillo que se vuelve todo con la práctica, el tiempo que te ahorra y lo bien que comes y coméis en casa.
Para ello, los otros dos pasos son importantes porque partimos de la base de que “todo está en orden”, tienes material para inspirarte y tienes todo lo que hay en casa bajo control.
Así crear el menú se vuelve mucho más fácil que si lo haces al revés.
Para crear un menú saludable y equilibrado:
- Asegúrate que incluyes todos los grupos de alimentos para no tener ninguna carencia.
- Ten en cuenta los momentos festivos, cómo los cumpleaños, o comidas especiales.
- Deja espacio para cosas nuevas, dedica un día para probar algo nuevo a la semana o cada cuanto te venga bien, si es una vez al mes, también está bien. Encuentra tu forma de seguir ilusionada con este paso.
- Mantén tus rutinas claras (ir a la compra o pedirla por internet, días de planificar, días de búsqueda de recetas, etc.)
- Ten presente que puedes facilitar tu trabajo e ir un paso por delante dejando platos preparados para varios días.
Para mí, empezar por estos pilares de organización marca una diferencia en el mantenimiento de llevar una alimentación saludable. Vivimos en general bajo rutinas bastante estresantes y exigentes y la alimentación no debería aportarnos un extra, sino todo lo contrario, saber que cómo lo hacemos impacta de forma negativa o positiva en nuestro cuerpo, mente y emociones. Cada vez que consigas un paso más, te dará fuerzas para seguir con el siguiente, por lo que ni te agobies con este proceso, ves paso a paso y empieza por lo que sea más fácil para ti. No hay necesidad de ir agobiada también por “qué hago para comer hoy” o “no se si estoy alimentando correctamente” o si “los niños estarán comiendo de todo lo que necesitan”.
Sobre el papel podrás tener más visión y estrategias que si sólo te enfocas en el día a día.
Así que te aconsejo que mires todo con perspectiva, que decidas qué harás primero y que poco a poco, vayas haciendo, sin prisa pero sin pausa.
En cuestión de pocas semanas verás los cambios tan significativos que tienes y lo relajada que se vuelve esta tarea de hacer menús, organizar despensas, hacer listas de la compra y encontrar recetas riquísimas. Una cosa a la vez, y mientras vas implementando cada paso, reconoce tu trabajo y sigue día a día.
Ojala y estos consejos te sirvan para encontrar tu camino para facilitar estas tareas que son necesarias para tu salud, la de tu familia y sentirte con energía en el día a día.
Deja una respuesta