Llega el momento de la verdad. De poner en marcha todos esos propósitos que hemos ido pensando durante todo diciembre y los que con ganas deseamos cumplir con el cambio de año.
Si bien enero parece más ese mes de impás que nos da la oportunidad ponernos en marcha, si empieza a nacer esa energía que nos empuja a empezar a caminar hacia esos propósitos y objetivos que queremos conseguir este año.
Hay que diferenciar, y esto es importante para sentir esa sensación de logro que nos motiva y nos ayuda a seguir adelante, que no es lo mismo plantearnos un objetivo concreto y específico que cuando hayamos concluido ya esté hecho, a un objetivo o propósito que se alarga en el tiempo, como sería comer saludable, hacer ejercicio o dedicar tiempo a algo que te encante.
Para poder alinear tus propósitos con tus necesidades reales tienes que hacer una reflexión previa.
¿Esté propósito me acerca a esa visión general que quiero conseguir y es algo que puedo conseguir por mí misma? ¿O, Necesito a alguien para guiarme en el proceso? ¿Tengo toda la información que necesito para llevarlo a cabo?
Con esto de los propósitos pasan varias cosas.
Primero, nos hacemos una idea en la cabeza imaginándonos cómo será cuando lo consigamos. Y esto es lo primero para empezar con la acción. Perfecto. Luego llega el día a día, la realidad.
Para conseguir nuevos propósitos hay que adquirir nuevos hábitos. Y eso no se consigue un día para otro. De hecho, es lo más difícil que harás para conseguir tus objetivos. Mantener esos hábitos para que ese estilo de vida, ese objetivo o ese propósito sea una realidad.
En medio de todo esto ocurre la vida. Desde nuestros deseos a lo que termina surgiendo en el día a día, a veces hay bastante distancia por lo que crear un camino realista y adecuado a tu situación personal es vital para que consigas tus metas.
Alinear con quien eres y tus posibilidades con tus propósitos es esencial. Porque ahí es cuando todo será coherente y no será tan difícil para ti mantenerlo en el tiempo. No es lo mismo cuando quieres llevar una alimentación saludable y adoras cocinar, como cuando quieres llevar una alimentación saludable y cocinar te parece un rollo. Busca tu camino más fácil.
Para conseguir tus metas, tienes que tener presente que toca abordar muchas cosas, ya ves que esto de los propósitos a veces y dependiendo el qué no es tan fácil de conseguir, porque los hábitos “malos” o los que quieres cambiar, aparecen constantemente. Por eso queremos cambiar unos por otros, y que los nuevos nos ayuden a cuidarnos mejor. Y así ir día a día caminando sin prisa pero sin pausa hacia esa visión que te has creado de este nuevo año.
Es importante que tengas presentes estos 3 elementos para que puedas tomar las decisiones oportunas:
ELEMENTO #1: TENER ENERGÍA
Vamos a ponernos en situación. Si tienes, por ejemplo, temas pendientes relacionados con eso que quieres conseguir, te sientes cansada porque vives en una vorágine que no controlas, si los demás deciden tu tiempo y tú te limitas a ir como pollo sin cabeza, y no has podido pararte a tomar decisiones de cómo gestionar tu tiempo, difícilmente vas a poder poner toda tu energía en eso que quieres conseguir.
Para ayudarte con esto, te dejo aquí un post dónde te cuento cómo cuidar tu energía en invierno LEELO AQUÍ
Elige el propósito u objetivo que más te ilusione y que a la vez suponga un reto para ti. Si es algo que sientes que se te puede hacer cuesta arriba, seguro que en situaciones estresantes, pasará precisamente eso, y no queremos que la motivación disminuya en este proceso. Así que elige lo que más fuerte te haga sentir.
Cuida tu alimentación, descansa, hidrátate y cuida tú tiempo “libre” con acciones que te permitan mantenerte enfocada en lo que quieres conseguir sin llegar al punto de agobiarte por pensar solo en ello. Integra ese propósito en tu vida de forma amable para que el proceso sea significativo y no una pesadilla.
ELEMENTO #2: PRIORIZAR LO IMPORTANTE
¿Es un objetivo que se cumple y hecho esta? ¿O es un propósito a corto, medio y largo plazo que quieres que sea una realidad en tu vida?
Prioriza todo lo que tenga relación con eso que quieres conseguir, hazlo lo primero de todo dentro de tus posibilidades, así te aseguras que lo cumples seguro.
Si por ejemplo, uno de tus propósitos es mejorar tu salud física y emocional, tienes que asegurarte que todo lo que implique el cuidado de esas áreas está atendido a diario por ti. Eligiendo perfectamente a consciencia esas acciones que van a mejorar esas áreas. Este propósito es general y a largo plazo, podríamos buscar dentro de este propósitos, objetivos concretos como, probar 5 recetas nuevas cada mes, salir a correr 3 veces por semana o hacer yoga todas las mañanas antes de ponerte a trabajar o cuando todos aún duermen.
Desglosa esas acciones que cuiden ese propósito y colócalas en tu día a día, en tu semana o mes para que puedas ver que sí estás cumpliendo lo que te has propuesto.
ELEMENTO #3: QUE EL ESFUERZO NO SEA MAYOR A LA SATISFACCIÓN POR CONSEGUIRLO.
¿Te merece realmente la pena? Se sincera contigo misma. Si es un rotundo sí, seguro que ese esfuerzo o esa resistencia, mejor dicho, irá desapareciendo con lo días.
Si ya has decidido que vas a poner en marcha un hábito nuevo, no lo pienses más. Ya has decidido. No te preguntes cada día cuando encuentres esa resistencia si merece la pena, reconociendo tu cansancio o porque no tienes el mejor día del universo para continuar con tu propósito o hábito nuevo. Tomaste una decisión, comprométete contigo misma.
Cuando día a día rompes esa resistencia, te haces más fuerte. Y esa rotura te hace subir la autoestima, las ganas y tu capacidad para conseguir cosas. Esto es por y para ti.
Lo que te cuesta hacer cualquier cosa, sólo lo sabes tú, por lo que la satisfacción que sientes con ello es sólo para ti. Disfrútala. Sea lo que sea.
Y si te da por comparar ese hábito o acción nueva que te acerca a ese propósito o visión y terminas pensando que tampoco es para tanto o te parezca una chorrada, ya te digo yo que no lo es. Nada en la vida lo es.
No somos solo un cuerpo que piensa, somos un cuerpo que siente y tienes que agarrarte a esas sensaciones que te hacen sentir fuerte cada día, y aunque tengas un día en el que de verdad la cosa no salga bien, no pasa nada, porque habrás sentido antes que has podido, que es posible y que esa acción que hoy cuesta, mañana costara menos. Pero tendrás que decidir rápido sin darle muchas vueltas. Recuerda. Ya has decidido conseguir tu propósito el resto son resistencias y tú puedes hacer lo que necesites hacer.
Cuando ya has dedicado tiempo a pensar, a alinear esos propósitos con tu realidad, a verlos posibles, a imaginarlos y a sentirlos en el cuerpo, solo te queda accionar día a día para que sea una realidad. Luego podrás irlos modificando por el camino, a veces pasa, resulta que teníamos una idea y luego el camino cambia de rumbo, no pasa nada, es lo que toca hacer. Y es la forma en la que vas a avanzar.
Para este nuevo año, te deseo toda la coherencia del mundo, que disfrutes de toda la satisfacción conseguida tras romper esas resistencias día tras día y que cuando te apetezca reflexionar y parar, veas todo lo que estás consiguiendo. Quien eras hace unas semanas o meses y quien eres hoy, que has aprendido con ello y que has mejorado. Que has decidido dejar de hacer. Para centrarte en grabar a fuego lo que sí te hace sentir bien.
La conexión contigo es lo más importante para saber escuchar a esa intuición que te guía, hazle caso. Y así todos tus objetivos, visiones, deseos y propósitos se harán realidad.
Deja una respuesta