Ya estamos en Septiembre, y con este mes vuelven las rutinas. A mi es un mes que me encanta porque me da la oportunidad de volver a echar un vistazo general a todo lo que me importa para enfocarme en lo que realmente quiero, revisar prioridades.
¿Te pasa lo mismo? Muchas veces nos encontramos en esa dualidad de sentir las ganas de seguir teniendo ese tiempo de descanso y otras ya con ganas de activarnos en otro tipo de actividades acompañadas además, de la llegada del otoño. Llegada que muchas esperamos con ganas y felicidad porque es una estación super especial.
Si observas la naturaleza, verás como los árboles dejan ir sus hojas, como el viento mece suave sus ramas y con ello facilita el dejar ir lo que ya no sirve. Entramos en una época de transformación, con una mirada hacia dentro que te lleva a conectar con lo importante. Y en ese importante tú eres imprescindible.
A veces cuesta empezar, tenemos resistencia. Sobre todo cuando ello implica una vuelta al cole que a lo mejor no es tan deseada, o la vuelta es a un trabajo que no te encanta. Así que nos juntamos con un montón de emociones que sumadas al movimiento natural de la estación a veces cuesta gestionar, o nos pilla bajitas en lo emocional pero con ganas de hacer.
Los horarios inflexibles, rutinas marcadas por lo externo que no ayudan mucho… pero hoy vengo con una visión que espero te ayude a hacer fluida esta “vuelta al cole” o “vuelta al trabajo” de forma suave y tranquila para que, a pesar de todo, puedas disfrutar de lo bello que nos trae la naturaleza en otoño.
#1 CREA TUS RUTINAS
Las rutinas las creamos de forma natural. De alguna u otra manera, tenemos ciertos hábitos que repetimos día a día, y que siguen un orden, creando así nuestras rutinas.
Para que estas rutinas te sirvan y te ayuden a cuidar lo que es importante para ti, antes de entrar en el piloto automático, échale un vistazo a esas rutinas que sabes que te funcionan y que te apetecer retomar, y elimina aquellas que este año no te sirven. Pero hazlo ya, no esperes a que los horarios y la vida dirija todo sin control. Piensa en cómo fueron el año pasado, y si este año no te van a servir, estamos en un momento perfecto para transformarlas.
#2 CUIDA TUS HÁBITOS
Piensa qué hábitos quieres retomar. Quizá sea la lectura, el deporte, la alimentación saludable, los desayunos energéticos, hacer el menú, tener tiempo en silencio y a solas para plantear tus días…
La idea es que revises también esos hábitos que quieres llevar a cabo este próximo ciclo.
Y cuáles quieres incluir que a día de hoy aún no has podido meter en tus rutinas porque tienes ciertas resistencias. A veces pasa, que queremos instaurar un nuevo hábito y surgen las mil y una cosas que hacen que o se nos olvide, o las circunstancias nos pongan no piedras, sino montañas en el camino.
#3 AL LÍO
Bueno, una vez has visto los hábitos que sí o sí quieres implementar este nuevo ciclo, vamos a ver en qué rutinas pueden incluirse para que de forma repetida y entrando en un “piloto automático saludable” te ayuden a llevar mejor tus días.
# Ejemplo 1: RUTINA DE MAÑANA
Si por las mañanas sientes que todo se te complica y terminas yendo siempre corriendo, una cosa esencial a implementar es acostarte pronto para poder levantarte antes.
Dejar lo que puedas por la noche preparado, por ejemplo, la ropa. Y saber que vas a desayunar (y que van a desayunar tus hijos) para tenerlo todo listo cuando llegue la hora del movimiento.
Pero ¿Qué puede incluir tu rutina de mañanas?
En 10 minutos quizá puedas:
- Sentarte a planificar el día
- Revistar la agenda
- Tomarte una infusión o café.
- Beber un vasito de agua con limón
Y esto que es algo simple, te ayuda a iniciar el día desde la calma y con la sensación de tenerlo todo en perspectiva y bajo control, porque sabes que toca hacer, y estarás totalmente enfocada.
#Ejemplo 2: RUTINA DE TARDE
Quizá después de comer sientas mucha pereza y te cueste arrancar. Puedes hacer un cierre de la comida más amoroso. Después de recoger la cocina y comedor con temporizador, puedes dedicarte 10 min a:
- Tomar una infusión digestiva.
- Leer o revisar algo que necesites para no olvidar nada.
#Ejemplo 3: RUTINA DE NOCHE
En la noche, va a depender de la edad de tus hijos que puedas hacer unas cosas u otras. Para empezar, alejarnos de pantallas 1h antes de irnos a la cama ayuda mucho. Luego una idea para una rutina que te cuida por la noche es:
- Infusión relajante después de cenar o antes de acostarte si puedes quedarte un rato cuando ya todos duermen.
- Limpia tu piel facial antes de ir a la cama.
- Lee un rato o escribe para vaciar tu mente y descansar mejor
Espero que estos ejemplos te ayude y te inspiren a crear tus rutinas. A revisar los hábitos que te hacen tanto bien para que este nuevo ciclo lo recibas llena de salud y bienestar. Y si te apetece, cuéntame tus rutinas y hábitos que vas a implementar para multiplicar la inspiración en comentarios 🙂
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