Hoy voy a hablarte de la mentalidad al iniciar una dieta.
Cuando nos proponemos hacer una dieta específica para algo, sea perder peso, conseguir un buen estado de salud, hacer una desintoxicación, etc… tenemos que tener muy claro nuestro objetivo, porque él será la fuerza que necesitamos en momentos de flaqueza.
Yo es algo que les digo mucho a las personas que han confiado en mi para su proceso cuándo parece que les cuesta o que han perdido por circunstancias externas a ellos el enfoque que los lleve al éxito de su dieta. Un objetivo claro es más fácil de conseguir.
Si quiero bajar peso, obvio, me marco un objetivo y voy a por él. Las personas que lo tienen claro, lo consiguen, tengan bodas, comuniones, vacaciones o cumpleaños por medio.
El objetivo hay que sentirlo, que te emocione, te mueva y sobre todo que te lo creas. 3 cosas que me gusta recordar a las personas que me consultan:
- Confía: Confiar en que puedes conseguirlo. Cuando te has marcado un objetivo que para ti es real, es alcanzable, a partir de ahí la confianza en ti y en tus capacidades para cambiar cosas que no te gustan te ayudaran a llegar a dónde quieres estar.
- Se Flexible: No siempre podemos hacer las cosas como queremos porque tenemos eventos, o nos ponemos enfermos o en el trabajo es difícil seguir cualquier plan determinado. No pasa nada. Ser consciente de la situación que tienes también te ayuda a crear nuevos recursos y permitirte entender el ritmo de vida que llevas y los objetivos a los que puedes llegar.
- Elimina los límites: Este punto tiene relación con el anterior. Hay que ser realista de saber dónde puedo llegar, sin perder de vista que puedo cambiar lo que quiera en mi vida. Y esto es importante, porque si quiero bajar cierto peso, o llevar una vida sana y equilibrada, esto requiere de unos cambios de hábitos, de actitud incluso de ajustes horarios. Dentro de nuestro día a día podemos cambiar muchas cosas que a primera impresión parece que no pero que luego con un poco de ayuda vemos “el cielo abierto” como se dice, y empiezan a aflorar muchos recursos que teníamos dormidos.
Enciende una luz en tu camino, el interruptor lo tienes tú sólo has de colocarlo, encenderlo y tomar acción. Los resultados vienen solos 🙂
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