Comienza una nueva etapa.
Y cómo manda la ocasión, habrás reflexionado sobre cómo te ha ido el año. Revisar “a groso modo” cómo te ha ido te facilitará la predisposición a mejorar este año o a poco, a mantenerte si todo a ido estupendo.
Supongo que como nos pasa a muchas, habrán cosas que querrás mejorar.
A lo largo de estos años en los que llevo dedicándome a temas de salud me he dado cuenta de que pasamos por alto hábitos que sin resultar “extraordinarios” de ellos depende que consigas resultados más que buenos. Y de ello es lo que quiero hablarte en estas líneas.
HÁBITOS IMPRESCINDIBLES PARA UN AÑO LLENO DE ENERGÍA,
PRODUCTIVIDAD Y EQUILIBRIO.
El orden que voy a poner aquí no es que sea para valorar de mayor a menor, sino en su conjunto. Todos, cómo te menciono en el título, son imprescindibles, dependerá de tu situación personal que debas “priorizar” uno u otro.
#Hábito 1: Descansar.
- En este incluyo ratos de sofá tranquilos, leer, escuchar música, dormir… desconectar. Bajar las revoluciones que sin darnos cuenta nos hacen entrar en pilotos automáticos sin pararnos mucho a revisar qué pasa después.
- Calma tu mente, cada día.
- Respira profundo. Haz meditación, escribe… lo que a ti te ayude a conectar contigo de nuevo. Lo que te facilite volver a “tu centro”.
#Hábito 2: Alimentación.
- Probablemente lo has leído hasta la saciedad… pero es verdad. Lleva una alimentación sana y equilibrada. Libre de todos los tóxicos que puedas, evita la comida basura que sólo altera tu correcto funcionamiento metabólico y te mete en lugares dónde no quieres estar.
- Vuelve a cocinar. Elige alimentos sanos al margen de la estrategia dietética que más te resuene o te haga sentir mejor.
- Una dieta rica en variedad, color y sabor es el mejor regalo que puedes hacerte.
- Te ayuda a mantenerte enfocada, energética, y con vitalidad. No menosprecies el poder que tiene la alimentación y el arte de saber hacerlo como a ti te va bien.
#Hábito 3: Movimiento.
- Esto sobre todo es para las que nos dedicamos a trabajar con el culo pegado a una silla. Y también a las que no… la realidad es que moverte fuera de tu “ámbito laboral” oxigena el cerebro y el alma.
- El ejercicio es fundamental para ser más productiva siempre y cuando no sea un estrés llevarlo a cabo 🙂 Elige hacer lo que puedas dentro de tu realidad. Ya sea desde casa o yendo al gimnasio. Quizá tengas oportunidad de hacer ejercicio al aire libre, en la naturaleza, aún mejor.
- Camina, hidrátate con agua (y no con bebidas ricas en azúcares y gas que te alejan de lo que quieres conseguir) y disfruta “tu momento”.
# Hábito 4: Organización y planificación.
Para todo.
Para tu trabajo, tu casa, tus hijos…todo. En serio.
- Te enfoca en lo importante, sabes del tiempo real del que dispones, es más fácil que tengas tiempo para planificar tu descanso y así poder recargar pilas.
Mi casa es abundante en planificadores, agendas y más cosas 😀 todas me ayudan a enfocarme mucho mejor en las áreas que son realmente importantes para mi, y también para no dejar de hacer las cosas que no me gustan pero que son necesarias.
Lleva su tiempo conseguirlo, no desistas, ves poco a poco. Enfócate en las áreas en las que quieres mejorar o necesitas controlar mejor y ponte a ello.
- Esto libera mucho estrés mental y sensaciones negativas de “no llego a…” “Estoy frustrada porque…” etc.
# Hábito 5: Simplifica tu vida.
Si de algo sirve planificar es para también simplificar.
- Haz las cosas fáciles. Pide ayuda cuando lo necesites. Delega lo que odias hacer. Y si no puedes, coge aire y hazlo cuando “menos te moleste”.
- Simplifica la limpieza de tu hogar, quizá liberando espacio. Simplifica tu armario. Deja de pasar ratos mirando que vas a ponerte.
- Crea rutinas para mantener tu hogar como quieres y simplifica decisiones. Quizá organizando tu menú semanal con la lista de compra te simplifique el ir al supermercado y ahorres tiempo (esto te garantizo que ocurre).
- Libera tu mente de cosas que “no te pertenecen” y deja ir lo que te han “echado encima”.
- Vive para ti y para tu familia.
- Ten una lista de ideas. Escríbelas. Libera tu mente. No permitas que hayan cosas “dándote vueltas”.
En definitiva disfruta de lo importante. Lo que no entre ahí, sobra. Y sobra de verdad, aunque a priori no lo parezca.
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