Cuando te paras y te escuchas, cuando por un momento cierras los ojos y respiras empiezas a liberar todas esas sensaciones que estaban estancadas, las que has ido acumulando durante todo el día o quizá, alguna más antigua.
No sé si te ha pasado, que ante un ejercicio de reflexión te han venido un montón de sentimientos y palabras a la cabeza que si has tenido oportunidad has compartido con alguien. Que las hayas podido sacar de dónde estaban.
A veces, incluso, parece que esas palabras, carecen de sentido.
Generalmente hacer esto ordena bastante lo que tenías o bien empieza a hacerse más pequeño, porque en la mente todo es muy grande hasta que decides pasarlo a papel.
Poner palabras es importante.
Escribir. Eso. Eso es lo que voy a recomendarte hoy.
Escribe mucho. Sobre todo en esos momentos en los que parece que no puedes respirar. En las situaciones en la que los sentimientos te abruman de tal manera que te ahogan.
Deja salir tus emociones sin dañar a nadie. No acumules, no te ayudas con esto.
Tener un espacio para permitirte gestionar todo lo que en el día a día has ido viviendo, lo que te carcome por dentro hace días.
Para y respira… que fácil para alguien que no lo está sufriendo decir estas palabras. Pero en serio, prueba.
Hay situaciones tal que una siente que se ahoga en lo más profundo. Donde no hay salida ni color. Pero sí la hay.
Y con seguridad te digo que lo tienes dentro de ti. Pero has de parar y conectar. Conectar a través de lo que te haga volver a tu interior. A buscar tus recursos y habilidades porque de ahí nacerá la fuerza motora para continuar.
Hay situaciones muy difíciles a veces, que te ponen en límites insospechados. Agárrate a lo que te ayude a continuar pero no olvides que, ese movimiento, de búsqueda y solución lo tienes sólo tú.
Un mantra que me ha servido y aún me sirve cuando esos momentos me abruman….
TODO VA A SALIR BIEN. CONFÍA.
Y sé de alguna manera que así será ¿sabes por qué? Porque en mi está que esto ocurra. Y no puedo fallarme. Porque si me fallo, por consecuencia fallo a mis hijos y eso no me lo perdonaría nunca. Y ahí encuentro mi gran motor de vida.
Encuentra tú el tuyo. Y sigue. Conecta contigo. Adelante.
Un abrazo,
Gema
Deja una respuesta