Se supone que el “acontecimiento mensual” que tenemos todas las mujeres, y me refiero a la menstruación debería de ir de forma fluida. Sin dolor, sin malestar, sin mareos o incluso desmayos en ciertas ocasiones. Y la realidad es muy distinta.
Es cierto que he conocido mujeres a las que cuando les viene la menstruación, no sienten ningún tipo de dolor o malestar. Que sienten todo su proceso, “lo notan” pero no lo viven con ningún tipo de molestia. Y esto es lo que “tendría que abundar”, pero no siempre es fácil encontrarte a alguien con esta forma de vivir sus ciclos.
El síndrome premenstrual se caracteriza por:
» Irritabilidad, nerviosismo, alteraciones del estado de ánimo, alteración del deseo sexual, disminución de la energía, tensión…
Además también…
- Distensión abdominal o sensación de gases.
- Sensibilidad en las mamas e hinchazón.
- Alteraciones digestivas como estreñimiento, diarrea o incluso dolor de estómago.
- Deseos de ciertos alimentos, como el dulce por ejemplo.
- Dolor de cabeza (a veces migrañas).
- Dificultad para la concentración.
- Alteraciones emocionales puntuales como la tristeza, melancolía…
Seguramente te suena algo de todo esto…
Bien. Te alegrará saber que podemos mejorar mucho los síntomas y disminuir sobre todo la intensidad.
Cosas importantes a tener en cuenta:
- Evitar las bebidas gaseosas.
- Beber abundante líquido.
- Evitar la cafeína o el alcohol.
- Llevar una alimentación rica en cereales integrales, frutas, frutos secos, legumbres, verduras de hoja verde, pescado azul y semillas.
- Disminuye el consumo o evita incluso la sal y el azúcar refinado.
- Evitar bollería industrial.
El síndrome premenstural puede estar relacionado con factores culturales, sociales, biológicos y psicológicos.
Viendo este enfoque podemos pensar varias cosas:
⇒ Primero, podemos hacer cambios, de alimentación, de hábitos de vida, etc.
⇒ Segundo,cómo me siento, que me apetece comer, ¿necesito dormir más? ¿estar acompañada, tranquila, activa?… En definitiva observarnos para poder hacer los cambios oportunos.
⇒ Y tercero, tener en cuenta que no hay una sola cosa exclusiva que provoque ésta situación. Somos seres complejos y por lo tanto no hay una sola cosa única que provoque algo, pero si puede haber una única cosa que empeore todo.
Besos,
Gema
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