Al igual que los adultos, los niños y niñas también necesitan de esas rutinas y entorno que propicie un buen descanso durante la noche.
Quiero aclarar que al margen que nosotros como padres y madres no podemos manipular el sueño, puesto que es un proceso madurativo (esto haciendo referencia a los más pequeños, sobretodo) pero sí podemos mejorar la forma en la que pueden descansar mediante una serie de actos que propician condiciones más favorables.
Éstas condiciones son:
-
Colecho.
-
Cenas tempranas.
-
Evitar azúcares procesados.
-
Luces tenues y música suave.
-
Masaje y Reflexología podal.
COLECHO
Son multitud los beneficios de colechar con nuestros hijos hasta que ellos deciden irse a otro espacio o bien la situación familiar lo requiere.
Permitir el tiempo que ellos necesiten dormir junto a su madre y su padre hace que el descanso, no sólo el de los niños sino el de la familia en general sea mucho mejor.
Hay menos despertares, si hay lactancia materna es más fácil volver a dormir. Atiendes antes a las demandas nocturnas por lo que no se desvelan tanto y ya no sólo es por comodidad sino por la seguridad que sienten ellos al dormir junto a sus progenitores.
Les produce calma y tranquilidad, por lo que hay un mejor descanso. De hecho biológicamente nacemos necesitando dormir junto a nuestra madre.
CENAS TEMPRANAS
Por las noches, para mejorar el descanso se recomienda no tomar alimentos que provocan digestiones pesadas y/o difíciles.
Por lo que ofrecer platos sencillos, poco elaborados es una buena opción.
Verduras al vapor, cremas de verduras, proteína y grasas saludables dan al cuerpo todo lo necesario para hacer una buena reparación del sistema durante la noche.
Es importante intentar que la digestión ya esté hecha antes de ir a dormir para que el cuerpo en lugar de dedicar energía a digerir, dedique energía a reparar lo que necesita.
EVITAR AZÚCARES PROCESADOS
Por lo general cuando los peques salen del cole a la tarde tienen hambre y el cuerpo les pide energía.
Es un buen momento para ofrecerles, frutos secos, fruta, repostería casera, bocadillo de pan de calidad… Lo que tengáis acostumbrado evitando todo los alimentos procesados como bollería, pan blanco, o cosas de esas modernas de supermercado bonitas.
Ofrecer comida real y sana, evita que haya picos de glucosa y que acabe el día con mal humor por la bajada de azúcar que hay después. Y ya sabemos que niños, cansancio y hambre no es buena combinación.
Así que ofréceles siempre opciones saludables.
LUCES TENUES Y MÚSICA SUAVE
Si tenéis como costumbre un rato de dibujos para que se relajen o porque les apetece un rato de ese ocio, intenta que termine antes de cenar y que durante la cena estéis ya con música suave para ir propiciando el entorno.
Una vez terminéis de cenar podéis leer algunos cuentos o libros con una luz más tenue para bajar revoluciones y conectar con una energía más calmada. Incluso puede ser un buen momento para poner velas y hacer como un previo ritual antes de dormir.
EL MASAJE Y LA REFLEXOLOGÍA PODAL
Practicar estas técnicas en familia propicia otro tipo de comunicación entre padres, madres, hijos e hijas.
Es un momento de respeto, mirada y cuidado.
Mediante el masaje corporal con un aceite agradable fomentamos la relajación muscular y con ella la liberación emocional, liberando así emociones que a veces cargan de situaciones que han vivido a lo largo del día.
Es un masaje con un toque lento y suave. ¿Quién no ha puesto una crema o aceite hidratante a sus bebés? Pues se hace igual en niños más grandes, sólo que tardas más. Y tu intención no es sólo la de cuidar la piel, sino ayudarle a relajarse. La intención del masaje y la concentración y tu calma son muy importantes.
Es un momento sin prisas. Aunque sean 5 o 10 minutos. Ha de ser un momento tranquilo, por lo que antes de empezar te recomiendo respirar 5 veces para centrar tu energía también.
La reflexología, además te permite trabajar de forma más enfocada en lo que quieres conseguir trabajando puntos reflejos concretos para relajar. Mediante una secuencia de movimientos y zonas conseguimos una mayor liberación de todo el sistema ya que la reflexología facilita la apertura de los canales para que el cuerpo vuelva al equilibrio.
Si pones en práctica todo lo que te cuento aquí durante varios días irás viendo las mejoras en el descanso de tus hijos, en la calidad el sueño y en cómo amanecen por la mañana. Ten en cuenta que esto no es para que duerman más si no es que lo necesitan, ni para manipular su sueño normal, sino para que la calidad sea muchísimo mejor y su sistema inmune como todos los demás estén libres de cargas para afrontar un nuevo día.
¿Quieres saber más?
APRENDE A TRAVÉS DE LA REFLEXOLOGÍA PODAL CÓMO AYUDAR A TUS HIJOS A SOLUCIONAR LAS PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES EN LA INFANCIA Y FORTALECE SU SISTEMA INMUNITARIO
PRÓXIMO TALLER PRESENCIAL EN MADRID EL 16 DE MARZO 2019
Deja una respuesta