¿Te sientes conectada a los ciclos naturales? ¿A las estaciones? ¿A la naturaleza cuando estás en ella?
La naturaleza es suave y dulce a la vez que poderosa y salvaje. Dependerá del momento presente que percibas una cosa u otra, o quizá todas a la vez.
¿Cómo te sientes cuando estás en contacto pleno con ella? Y me refiero a cuando sientes que formas parte de ella, de un todo inmenso e infinito. Quizá sean sensaciones de vértigo o quizá de vuelta al hogar. A pesar de todo esto, cuando estás sumergida en ella sientes la conexión con la tierra, con las estaciones, con la vida.
Con esto del confinamiento estamos notando esa falta de conexión con la naturaleza y por ello es más importante aún, que consigamos pequeños momentos de micro conexión diaria con algo que nos devuelva ese equilibrio.
Muchas veces buscamos respuestas que no conseguimos encontrar a ciertas situaciones que nos toca vivir. A veces simplemente esas respuestas llegan con el tiempo en el momento en que somos capaces de comprender.
La naturaleza nos acoge. Ya sea el mar o los bosques, cuando estás allí y paras los pensamientos por un momento, cierras los ojos y sientes tu entorno, notas ese poder de equilibrar las emociones que tiene. Y eso nos ayuda a tener mucha más claridad mental para tomar decisiones que nos hacen bien. Para proyectar y soñar, para volver a nuestra esencia.
Cuando tu salud ya sea física, mental, emocional o espiritual no está bien, empezar por conectar con la naturaleza te dará la fuerza para seguir otros pasos que quizá no puedas empezar aún. Simplemente practicar la consciencia plena en un lugar en el que se facilite esto.
Disfrutar del sol, del aire suave, de la quietud de un día nublado, hasta de la lluvia si es el caso y el lugar lo permite.
Cuando hablo de conectar con la naturaleza no es necesario siempre desplazarse a un lugar en concreto. A veces es disfrutar de un día de lluvia confortablemente en tu hogar, o salir a caminar por algún camino envuelto de árboles, o ir a sentarte a la orilla de un río y ver y sentir el fluir de la vida. Dependerá de lo que necesites, el cuerpo te pedirá una cosa u otra.
ESUCHA TU CUERPO
Es el que tiene toda la información que necesitas. Si te dejas guiar por él, verás como todo toma el camino más fácil para ti. Tus pensamientos se alinearán y podrás conectar con lo que realmente deseas.
Puede que en todo este proceso sientas miedo, soledad, tristeza… o quizá sea alegría liberación, libertad…
Este proceso de conexión y sanación no siempre lleva las acciones que necesitas en el momento presente. Es decir, quizá te encuentres con muchísimo trabajo y tu cuerpo sólo te pida descanso, per n puedes acceder a eso. Bien, mi propuesta a esto es que primero y al darte cuenta de esa necesidad, dediques un espacio de tiempo de ese descanso consciente. Aunque sea 5 minutos, pero con el pensamiento de que estás ocupándote de esa necesidad.
Yo recuerdo cuando decidí ponerme un horario para finalizar mi jornada laboral. Al tener hijos pequeños ocupaba cualquier espacio y hueco, incluso cuando ya ellos dormían, para poder avanzar en mis obligaciones profesionales. Lo que esto me trajo no fue nada agradable para mi tras 4 años de tener que hacerlo así dadas mis circunstancias.
La situación empujaba a que yo siguiera a pie del cañón, pese a que iba empeorando un área de mi salud poco a poco y casi sin darme cuenta.
Cuando me di cuenta de lo que produjo en mí esa acción, tomé la decisión de cambiar la forma, de decidir parar e irme a la cama para leer y dormir con otra sensación. Leer, ese hábito que tanto me gustaba pero que había dejado de lado porque el trabajo era lo primero. Bien, ahora no es que mi trabajo no sea importante para mí, de echo estoy muy comprometida, pero el haberme dado cuenta de mi situación, me dio la oportunidad de optimizar mis recursos.
A veces nos resistimos a darle al cuerpo lo que necesita, porque nos quita el tiempo para hacer otras cosas que necesitamos hacer. Pero esto hace mella en la salud a corto plazo, aunque no lo parezca, y si lo dejas marcará una diferencia en el medio y largo plazo.
Reflexiona sobre qué cosas puedes mejorar hoy y ahora, sin dejar de lado los roles que quieres llevar adelante. Escucha tu cuerpo y quita añade esas cosas que harán que vivas mucho mejor.
La naturaleza es una gran aliada para esto, cuando no encuentres respuestas, acude a ella, respira profundo y cierra los ojos… hazte la pregunta adecuada y espera la respuesta. Esa primera sensación que te llega o ese primer pensamiento, tómalo muy en serio y ponte a ello.
La naturaleza es: inspiración, silencio, conexión, sanación, vida
Mi propuesta con este artículo para ti es que te animes a ir a un espacio natural en el que puedas estar unos momentos contigo. En pensamiento y cuerpo presente.
Piensa en lo que te preocupa, en lo que sientes bloqueado y siéntate en algún lugar y respira. Haz esto hasta que esas preocupaciones tomen otro lugar. Las preocupaciones ocupan el espacio que le damos, y queremos solucionaras con el espacio que tienen que tener. Porque si ocupan todos tus pensamientos ¿crees que encontrarás espacio para las soluciones?
Para tu mente y pregúntate, ¿Qué solución tienes para eso que te preocupa?. Y quédate con la primera sensación o pensamiento que te llegue. Si no sabes ponerle palabras, no pasa nada. Déjalo ahí. Escribe cuando te venga la inspiración, porque lo hará.
Repite esto todas las veces que necesites sin intención de querer solucionar nada, simplemente de conectar, de volver a tu centro y así poco a poco verás cómo se abren nuevas ventanas y caminos para poder devolverte al equilibrio.
En mi comunidad “Despierta tu esencia” conectamos desde ese lugar de necesidad que nos da todas las respuestas. Vente y vive la experiencia por ti misma.
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