A veces pasa.. Y cuando te das cuenta ya no sabes ni cómo has llegado hasta ahí. Y a veces no hace falta que sea una mala alimentación a lo grande, sino pequeñas cosas que acallamos con la comida.
Un mal día, una discusión, conflictos con tus hijos.. No es fácil. Llevamos muchas cosas, y el estrés sale por donde puede. Y debe salir. Contener eso no es una buena idea.
No se trata tampoco de ponerte a tope de chocolate para no “ponerte de mala leche”… No. La cosa es cómo evitar llegar hasta ahí. Cambiar “eso” por otra cosa.
No podemos quitar una “adicción”, costumbre o hábito sin poner uno nuevo en su lugar, a poder ser saludable.
Cómo muchas veces digo.. “déjalo para después” seguro que en ese margen de tiempo se te ocurre algo mejor que coger.
- Muchas personas comen porque sienten ansiedad. Por el trabajo, por preocupaciones, por los hijos, etc. Muchos quehaceres, poco tiempo libre de disfrute.
- No hacemos deporte, no hacemos nada que nos desconecte y nos ayude a conectar con nuestro centro, y todo esto tiene repercusión en nosotros.
No puedo decirte “no hagas esto” ni pretendo decirte que hay que hacer, porque no todos somos iguales, pero a veces nos parecemos.
Sólo animarte a que consigas cuidarte un poquito más de lo que ya lo haces. Eres lo más importante que tienes porque si tú no estás bien, tu alrededor no funciona bien. Y a veces ese pequeño cambio requiere de un esfuerzo.
Pedir ayuda es importante. Pídela si la necesitas.
Los alimentos como otros hábitos callan emociones que saldrían en otras circunstancias de formas que a veces pueden hacer y hacernos daño, lo cual no es lo mejor. Por eso no te voy a decir que no comas ese trocito de chocolate sino que lo cambies, poco a poco y que sobretodo si la culpa va en ese gesto, que la dejes en algún lugar porque tampoco te beneficia.
Al final, es que la autoestima está bajo mínimos y el ser humano intenta restablecerse como puede con todo lo que tiene al alcance. Y menos mal.
Ahora debemos aprender de nuevo a adquirir hábitos que si nos beneficien y que además cuando dejemos de acallar ciertas cosas nos dejaran lugar para trabarlas y evitar así recaer en lo mismo una y otra vez.
Así que aquí van 3 recomendaciones:
- Elige cuál va a ser el cambio. Ejemplo: Cambio el chocolate por un té con una galleta hecha por ti (receta saludable).
- Ejercicio: caminar, nadar, bici…aunque sea 2-3 veces en semana.
- Meditación: Aunque sea unos 5 minutos antes de irte a dormir. Respira. Mañana será otro día, lleno de nuevas oportunidades de poder hacerlo mejor.
NO TE MACHAQUES. Avanza. Si hoy no ha podido ser. Quizá mañana si lo será.
Un abrazo,
Gema
¿Quieres saber más?
Suscríbete a nuestra newsletter y recibirás el acceso a la guía
“Cuidados básicos de salud cuerpo -mente”
Deja una respuesta