Medicina integrativa. Así se llama este nuevo concepto que hace años emerge con fuerza debido a la necesidad real de miles de personas.
No sé si te habías parado a pensar en esto.
Desde que nacen nuestros hijos están encaminados hacia unos supuestos cuidados que “deben” hacerse de una forma, en el momento que alguien dijo que era el momento adecuado.
Lo mismo nos pasó a nosotras. Pero la memoria no da para tanto. Nuestros cuidados de salud en nuestra etapa de bebé estuvieron a cargo de nuestras figuras principales de apego que en la mayoría de casos serían nuestras madres.
Y así crecimos. Pensando que las cosas “deben” hacerse de cierta manera “por nuestro bien”.
Pero con los años te das cuenta que quizá no todo fuese correcto. O a poco, no entiendes muchas de las cosas por las que has pasado tanto física como emocionalmente.
Al menos yo, así lo viví. Compartirán mis palabras las personas que tuvieron problemas de salud que debían ser controlados cada X tiempo y que por desgracia pasaron muchas veces por urgencias y hospitalizaciones.
Pero las vivencias sirven para algo.
A mí me sirvió para saber cómo no quería que fuese con mis hijos. Y eso ha tocado la moral a más de uno y una, pero eso ya es problema del otro 😉
Me adentré ya joven en el mundo de la salud, pero el enfoque convencional no me satisfacía cómo para dedicarle mucho tiempo y me perdí en el mundo de las terapias naturales.
Terapias que no excluyen un tratamiento alópata si así lo requiere la persona ni que exime de un diagnóstico.
El cuidado natural de la salud parte de un conocimiento para poder elegir. Elegir sobre que tratamiento deseo hacer en ciertas circunstancias. Qué quiero comer. Qué estilo de alimentación me conviene más según el estado de salud o el objetivo que pretendo conseguir, optar por tratamientos propuestos por otras visiones profesionales que no tienen por qué suplirse sino acompañarse para fortalecer a la persona, en definitiva una mirada holística.
Elegir qué terapia usar para solucionar X problema que tengo o la combinación de varias.
Yo quise aprender sobre medicina natural, porque si te digo la verdad, siempre conecté con esa idea de saber más allá de lo que te cuentan. Y me adentré tanto que aún sigo aprendiendo cosas.
Lo que he tenido claro, sobre todo, cara a mis hijos es que si tenía que hacer algún tipo de tratamiento o lo que tocara era con una amplia visión para procurarle la menor invasión a su persona. Porque siendo realistas, el respeto no abunda en el sistema sanitario. Aunque me consta que algo va cambiando, queda mucho por recorrer.
Cuando te presentas en una consulta médica ya sea para ti o para tus hijos, y entiendes que te dice el profesional, tú le hablas “de otra manera” y le preguntas en consecuencia a sus palabras. La relación cambia radicalmente para en el mejor de los casos trabajar codo con codo por el bienestar de tu hijo si es el caso o el tuyo propio.
Cuando me consulta alguna persona ya sea para sí misma o para sus hijos me encargo dentro de mis competencias en que aprenda sobre lo que le pasa y que entienda el proceso. Es la mejor manera de procurar que la persona sea responsable y pueda actuar en consecuencia. Porque es su salud, o la de su hijo. Y educar en lo que tú sabes forma parte del trabajo.
El conocimiento nunca cae en saco roto, y aflora cuando lo necesitas. Te posiciona en otro lugar, y con el, poner límites y/o colaborar de forma activa en el cuidado de tu salud o en el de tus hijos es sin duda lo mejor que puedes hacer. Te aportará un autoconocimiento que siempre llevarás contigo.
Todas sabemos cómo enfermamos si nos paramos a pensar un poco. Todas sabemos cómo lo hacen nuestros hijos al margen de lo que digan en general. Lo sabes. Y lo mejor que puedes hacer es formarte para tener más habilidades, herramientas para decidir qué quieres hacer en cada ocasión y cómo acompañar la salud de tus hijos para que también en esa área de su vida sean respetados. Y ser parte activa de ese acompañamiento.
Yo lo tuve claro y “sin querer” mi mirada siempre estuvo en los más pequeños y sus madres. Porque necesitamos apoyo, tribu y saber.
Y de esto encontrarás aquí. El sostén y acompañamiento para cuando lo necesites.
Deja una respuesta