Bueno, pues si me preguntas a mí, personalmente te diré que no. Y no por una serie de motivos:
– Porque son ricas en azúcares.
– Porque lo que aportan es una falsa energía que luego genera una dependencia y provoca un efecto rebote.
– Porque son cariogénicas.
– Porque están llenas de colorantes, conservantes y aditivos que no nos benefician.
– Porque existen alternativas dulces.
– Porque esos “chutes” de azúcar provocan un esfuerzo a nuestro páncreas por regular los niveles de azúcar en sangre.
A veces, te diría que muchas, somos muy permisivos con estas cosas y no nos damos cuenta del efecto que producen en nosotros y nuestros hijos.
No es la primera vez que escucho que les cambia hasta el carácter. Pues bien, esa es una de las respuesta fisiológicas al exceso de azúcar.
Obviamente no pasa nada, si vais de cumple, o alguien tiene el detalle de darle una por simpatía. Que aquí cuestionaría yo estas cosas. Pero bueno, no me quiero perder en otros temas.
Es obvio que nuestro cuerpo es capaz de regular los excesos y deficiencias dentro de un marco general de buenos hábitos y buena nutrición. Pero… ¿que pasa cuando un mal hábito como este está instaurado? pues bien, que lo mejor que puedes hacer es quitarlo, porque será el calmante de muchas situaciones cuando quieras darte cuenta. Y muchas veces es tan fácil cómo dejar de comprar estas cosas mientras nuestros hijos no son capaces de entender que son solo ocasionales.
Yo recuerdo cuando a mi hijo le ofrecían alguna chuche o algo de chocolate. Yo con amabilidad les decía que no. Siempre chocaba, pero bueno como muchas otras cosas. El tema es que muchas veces decimos que sí a algo que no nos gusta pero que sabemos que por un día no pasa nada. Pues bien, si el día lo eliges tu no pasa nada, pero si es habitual que lo elijan otros… pues ya empieza a pasar algo. Ya se crean asociaciones entre un buen rato, y la comida, o entre querer calmar una situación tensa o cuando llora un niño/a. ¿Cuantas veces has visto callar a un bebé con un bastoncito de pan? Bueno menos mal, porque si te dijera que he visto biberones de coca cola… o con piruletas, chupa-chups, etc.
¿No te pasa que cuando estás estresada/o te da por comer? ¿que tienes tendencia por algo dulce o salado? pues todo viene de estas asociaciones que algún día aprendimos y que hoy día tenemos tan integradas que las pasamos de generación en generación.
Y ahora viene cuando damos alternativas a las chuches por aquello de tener ese capricho que por lo menos ha de ser saludable. Cosas que podemos usar:
– Frutas deshidratadas.
– Chuches naturales y ecológicas (sí, existen gominolas de este tipo).
– Repostería casera, lo más sana posible (con algarroba, sirope de ágave, melazas..)
– Usar cacao lo más puro posible.
No son cosas que vamos a sustituir unas por otras, pero si te das cuenta y lo pruebas, verás que no te crean la misma adicción. Y que entonces sí de vez en cuando, lo podremos tomar sin hacer un gran estrago a nuestra salud.
El hecho también de llevar una dieta equilibrada no da lugar a tener estas apetencias tan marcadas, y te digo esto por propia experiencia.
Pruébalo, y cambia pequeñas cosas, a la larga verás los frutos de esas pequeñas acciones que acaban siendo grandes.
Feliz día,
Un abrazo,
Gema
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