3 SITUACIONES REALES Y 5 SOLUCIONES A TU ALCANCE PARA TODAS ELLAS
¿Cuántas veces has tenido la sensación de que te “has dejado”? Y no quiero decir algún día en concreto, sino a ese día en el que te das cuenta que te has dejado y no sabes cuándo empezó todo.
Este dejarse, no significa nada catastrófico ni extremo. Sino esa manera sutil de hacerlo.
Voy a explicarme mejor. Sea dicho de paso, quiero aclarar que esa expresión “dejarse” no termina de gustarme. Porque no creo que nos dejemos, sino que priorizamos otras cosas que en ese momento requieren nuestra máxima atención y en el camino… bueno, perdemos esa conexión con lo que realmente necesitamos.
LO QUE REALMENTE NECESITAMOS ¿te suena esto? A mí, sinceramente, más de lo que me gustaría admitir. Pero la ciclicidad nos enseña esto, un día estás arriba otros no tanto. Así que en lugar de luchar es mejor aceptar y ver qué podemos hacer con lo que tenemos.
Hoy quiero hablarte de 3 situaciones que se dan de forma frecuente como motivo de dejar ciertos autocuidados de forma sutil y cómo empezar a solucionarlas por ti misma.
CASO #1 NO ACEPTACIÓN DE TU SITUACIÓN REAL
Aceptar hasta dónde puedes llegar en tu día a día, asumir que sí vas a hacer y que no harás, es una de las mejores cosas que puedo recomendarte. Tener en cuenta toooodas tus responsabilidades del día a día y asumir que hay cosas que dejarás para más adelante. A mí, personalmente, es una de las cosas que más me costaba aceptar. Así que sé que cuesta decidir que hay cosas que aunque quieras, no van a caber en tu vida. De momento. Y la realidad es que si no te da tiempo a ciertas cosas, es que tienes otras prioridades que has decidido asumir.
Y aquí viene lo importante. Las PRIORIDADES QUE DECIDES que formarán parte de tu día a día.
Cuando nos encontramos en una etapa de crianza, con hijos pequeños, es indispensable que esto lo tengamos claro. Para la gran mayoría de madres (y padres) sus hijos son su prioridad, por lo tanto requieren un tiempo a diario y requiere también que aunque ellos estén ocupados a ratos o aproveches cuando duermen a hacer cosas, que tengas en cuenta que los niveles de energía no son siempre iguales.
Responde con sinceridad a estas preguntas:
¿Cuáles son mis responsabilidades diarias? ¿De qué quiero ocuparme yo misma?
Por ejemplo, si tienes que ocuparte de tus hijos ( y lo que conlleva, salud, educación, cubrir sus necesidades, llevarles a tal o cual sitio, etc), tu casa (compras, limpieza, organización, etc) , tu trabajo (aquí cambiará si trabajas por cuenta propia o ajena), atender a tu madre.. etc. Lo que sea. Hazte una lista de las cosas que llevas adelante en tu día a día, las cosas dependen de ti y en otra columna escribe lo que te gustaría hacer y no haces, pero te interesa añadir.
Cuando tengas las dos listas cara a cara, verás que hay cosas que claramente no podrás hacer, habrá responsabilidades que podrás compartir y será el primer paso para pensar en cómo organizarte para que tu día se vea como tú quieres, y tengas espacio para todo lo que necesitas cubrir para sentirte bien.
Este pequeño ejercicio te dará un marco general dónde empezar a trazar caminos para que consigas disminuir tu estrés, la sensación de agobio y ser más realista con el tiempo que manejas.
¿Cuánto tiempo dedicas al día a reenergizarte y conectar con tus necesidades?
CASO #2 MOTIVOS DE TRABAJO
No tengo tiempo. ¿Cuántas veces te has sorprendido diciendo esto y si te paras a pensarlo, tampoco es verdad del todo?
Muchas hemos crecido priorizando el trabajo por encima de muchas cosas, incluida nuestra salud. Y no hace falta ser una eminencia para darnos cuenta que sin salud, poco trabajo podremos hacer. Pero a veces sentimos que cuidarnos es perder el tiempo.
No puedes descansar, no puedes pararte a hacerte una infusión con esas galletas que te encantan…
¿Crees que agotada eres realmente productiva?
Cuando trabajas para ti misma, probablemente puedas manejar tu tiempo “a tu antojo” al margen del negocio que tengas. Podrás hacerte algún hueco, porque no tienes que pasarle cuentas a nadie, sólo a ti misma. Y si trabajas por cuenta ajena, a lo mejor consigues antes de llegar, en el descanso o al final de la jornada, tener ese momento de “conexión” para no llevarte a casa lo que no toca.
El trabajo te encante o no, puede llegar a ser un problema y un obstáculo para cuidarnos como consideramos que queremos hacerlo, pero no olvides que las plantas medicinales y una buena alimentación son totalmente compatibles con cualquier trabajo del universo.
Responde a esta pregunta:
¿Hay algo dentro de mi jornada laboral que pueda mejorar para mantener mi nivel de bienestar?
CASO #3 EXCESO DE TAREAS Y QUEHACERES VARIOS
La acumulación de un sinfín de cosas que hacer.
Si te fijas bien, siempre habrá cosas que hacer. Tú decides en que quieres emplear tu tiempo. Y hay veces, que nos toca pedir ayuda. Es así. No podemos con todo. Y lo mejor es asumirlo cuanto antes.
Lo primero de todo. Saca de tu cabeza toooodo lo que tengas ahí pendiente dando vueltas. Y decide si son importantes de hacer y cuando las vas a hacer. Y cuando lo decidas, una vez llegue el momento, no vuelvas a preguntarte si lo harás o no.
Si decides que en el hueco del mediodía vas a limpiar la cocina porque necesita un repaso a fondo, no lo pienses, ponte la música que te haga subir tu energía y hazlo.
Las cosas hechas sin ganas tienen más valor, verás lo orgullosa que te sentirás después. Y así con todo lo que te dé pereza hacer pero que para ti es importante que se haga.
Si eres de las que además de acumular tareas, acumulas cursos, libros, etc… Proponte no comprar ni uno más hasta que avances o termines algunos de los que ya tienes.
Yo tuve que hacerlo, y me sorprendí leyendo más y siendo más productiva. Porque decidí que era el momento de liberar la carga que eso suponía para mí, y estoy segura que si eres como yo en esto, te liberará a ti también.
Al final, no nos damos cuenta, pero vivimos en el “cuando tenga tiempo” “durante la noche” “cuando los niños duerman” “cuando tenga un rato”… y ya sabes que esto no se da todos los días y que avanzar de forma consistente no siempre es fácil.
Facilítate la vida, elimina pendientes y verás como de productiva te vuelves.
En todas ocurre una situación común: estrés.
El gran problema de todas estas situaciones que te planteo, no sólo es el malestar que genera y como daña tu autoestima esa sensación de “no poder” o “no llegar a todo” sino el estrés que aumenta en tu organismo.
Qué eso pase es dañino para tu salud. Tan dañino que puede cambiar tus pensamientos, y eso si ya requiere de más ayuda.
¿Te han afectado estas situaciones? ¿Crees que puedes mejorarlas si te encuentras en alguna de ellas? Seguro que sí.
Igualmente, quiero recomendarte algunas herramientas que te van a ayudar a gestionar mejor todo este estrés con una mejor respuesta de tu organismo.
5 HERRAMIENTAS PARA DISMINUIR EL ESTRÉS EN TU ORGANISMO.
Cabe decir, que puedes utilizarlas todas a la vez, elegir algunas… lo que más sientas que necesitas en este momento.
#1 PLANTAS ADAPTÓGENAS
Un adaptógeno es una sustancia que aumenta la resistencia del organismo y contrarresta las señales de estrés y poder adaptarse a un esfuerzo excepcional. Una planta adaptógena ayuda al organismo a adaptarse al estrés.
- Rodihola: Ansiolítica y antidepresiva. Ayuda a mantener los niveles de cortisol fisiológicos. Bloquea la destrucción de las hormonas del bienestar y la motivación.
- Ashwagandha: Ayuda a afrontar situaciones adversas o cambiantes y llevarla en mejores condiciones. Útil en casos de estrés por afección psicoemocional. Facilita el sueño y ayuda a mitigar el insomnio. Ayuda a despejar la mente y favorece la relajación mental.
Existen además plantas medicinales sedantes, ansiolíticas, relajantes… que pueden ser de ayuda también, cómo la pasiflora, la valeriana, azahar…
#2 EJERCICIOS DE CONEXIÓN:
- Rituales, respiraciones, visualizaciones, lecturas, etc.
#3 NATURALEZA:
- Caminar por bosques, descalzarte en la montaña sobre el musgo, caminar descalza por la arena de la playa… No restes importancia a un “simple” paseo entre árboles.
#4 DISMINUIR ESTÍMULOS:
- Reduce las horas de móvil, tele u ordenador. Disminuir los estímulos visuales que nos ofrecen estas tecnologías nos ayuda a estar más apaciguadas y centradas en el momento presente. Aunque en primera instancia pueda resultar incómodo. Siempre será mejor coger un buen libro y ponerte una música de fondo para disminuir el estrés.
- O si eres más de series… o películas, decantarte por una de esas en las que todo es bonito y feliz.
#5 LIBERAR CARGAS:
- Deshazte de lo que ya no necesites, libera tus espacios en el hogar, en tu trabajo, dónde estés y sea tu responsabilidad mantener liberado. Libérate de gente que no te aporte, no te sientas obligada a esta donde no quieres y elige con quien pasar tu tiempo y envuélvete de belleza allí doné estés.
- Hay que limpiar para sembrar lo que queremos y estamos en una buena época para ello. Las energías del otoño que nos encaminan hacia el invierno… son muy buenas para reflexionar y tomar decisiones que tendrán un impacto positivo en nuestro bienestar.
Ojalá y consigas detener la vorágine del día a día, y dedicarte unos minutos a reflexionar sobre qué es lo que necesitas realmente.
Un abrazo,
Gema ♥
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