Dieta paleolítica, dieta mediterránea, dieta macrobiótica, dieta vegetariana, dieta ayurvédica, dieta del grupo sanguíneo, dieta energética, etc… Y luego están las dietas hipocalóricas, que pretenden una bajada de peso, etc…
Cómo ves hay un montón de enfoques y posibilidades. Entonces… ¿Cuál es la que te interesa? ¿Cuál cubre realmente tus necesidades?
Yo no soy muy dada a recomendar un estilo en particular, sino una dieta equilibrada y sana según la persona que tengo delante. Me explico.
No hay persona igual a otra. Por lo tanto, no hay dieta mejor que otra. Esta es mi experiencia. He conocido gente con diferentes enfoques dietéticos y todas personas sanas, ¿entonces eso significa que la que yo hago está mal? Probablemente no.
Sí, estamos de acuerdo en que en ciertas patologías hay que hacer un tipo de dieta en concreto, durante un tiempo determinado o incluso a veces hay que tomar medidas definitivas, como sería en el caso de la celiaquía o cuando hay patologías metabólicas cómo la hipertensión arterial, ácido úrico, etc.
Hoy día sabemos que el gluten es un inflamador del terreno, que es una proteína de los cereales que no digerimos y que causa problemas de salud, permeabilidad intestinal, etc. También sabemos que los lácteos empeoran los procesos patológicos dónde hay producción de moco. Al igual que sabemos que los refinados son agentes peligrosos para la salud o que consumir en exceso ciertos alimentos tienen un efecto inflamador del terreno de la persona o que pueden dar lugar a mayor cantidad de depósitos tóxicos en el organismo. Sin tener en cuenta los conservantes, aditivos y potenciadores de sabor.
Y te cuento esto porque si existe la dieta perfecta es aquella que cubre tus necesidades nutricionales, que te mantiene sano y además con niveles de energía óptimos.
Las emociones también hacen mella en este asunto. A pesar de llevar una dieta perfecta, puede ser que haya cosas que hay que mejorar o que tienen repercusión en el cuerpo y su origen no es puramente alimenticio. O eso puede parecer al principio. Porque en muchas ocasiones nuestras emociones se ven acalladas por ciertos alimentos o bien, por muy saludable que sean los alimentos, no hay un buen equilibrio de los mismos. No por ser un dulce saludable es menos dulce 😉
En lo que sí se ponen todas las visiones más o menos de acuerdo es en que comer verduras y frutas es saludable 😀 Todo lo demás va oscilando según el interés o visión de cada filosofía.
Te dejo aquí algunos artículos que pueden interesarte sobre alimentación y emociones:
Si conoces a quien pueda servirle, eres libre de compartir, gracias por anticipado.
Un abrazo,
Gema
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“Cuidados básicos de salud cuerpo -mente”
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