La reflexología no es sólo un simple masaje de pies. No. Va mucho más allá.
Mediante unos movimientos con “toque terapéutico” en puntos concretos de los pies conseguimos desbloquear y mejorar el flujo de energía del cuerpo.
Tanto es así que vemos efectos en las sesiones a veces bastante asombrosos.
Yo misma, viví esta experiencia y con un niño que no era mío. Cuando tuve mi consulta presencial hacía reflexología a un niño que no hablaba, se mostraba introvertido y casi que ni saludaba al entrar (tenía unos 5 años cuando empezó)…
Durante la sesión se sentía en confianza de hablarme del cole,
de sus juegos favoritos, de las cosas que le gustaban.
Cada sesión era un paso más allá en nuestra relación de confianza y respeto.
Su madre estaba presente siempre en las sesiones, y juntos los 3 conversábamos cuando el tema daba de sí o manteníamos silencios amables para disfrutar del momento mientras escuchábamos la música que sonaba suave y dulce.
Se crean momentos mágicos, esa es la realidad.
Tocar el cuerpo de otra persona, desde el respeto y el deseo de quererlo ayudar es mágico, o así lo vivo yo. Es un permiso que nos da el otro y como tal debe hacerse con el máximo respeto.
A veces se menosprecia el poder de estas terapias. Más de lo que me gustaría. Quien no sabe habla por ignorancia y el que calla prefiere no saber.
Pero luego estamos los que sí queremos vivir así nuestra salud. Con conocimiento de causa, sabiendo que siempre podemos hacer algo por mejorar nuestra salud y la de nuestros hijos, que nuestra salud no sólo depende de ayuda externa en momentos concretos, sino de nuestra decisión y de dar el primer paso hacia nuestro bienestar y el de nuestros hijos.
A mi me causa mucha incomodidad pensar que mi salud y bienestar dependan de la opinión o tratamiento de un tercero, tenga la especialidad que tenga.
Durante tantos años viendo los efectos beneficiosos que he visto a través de la reflexología y formarme para poder enseñarlo desde otro lugar a las familias he aprendido a que, al contrario de lo que “te hacen creer” tienes todo el poder sobre tu salud y la de tus hijos. Es así. Igual que decides cole, decides cómo acompañar su proceso de desarrollo y crecimiento.
Es por ello que, juntando muchos años de estudios y experiencia, y a través de este taller quiero compartir contigo cosas valiosas que sé que pueden servirte en el camino que yo inicié años atrás y que tantas alegrías y poder me ha dado.
La reflexología podal es una técnica perfecta para relajar, conectar, mejorar la respuesta inmune, aliviar dolencias físicas y emocionales… Es en realidad un momento especial.
Las familias que han aprendido aseguran que la relación ha cambiado a mejor.
Y como comprenderás, ahí reside mucha de mi satisfacción. Primero por el empoderamiento de las madres y padres, luego por enseñar a propiciar esos momentos y que el resultado sea tan enriquecedor entre ellos. Y porque los niños merecen lo mejor de nosotros y si puedo hacer que muchas madres e hijos se sientan mejor, todo habrá merecido la pena.
Vente al próximo taller presencial en Madrid, te espero para compartir juntas ésta experiencia.
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