Año tras año, seguimos pidiendo que sea un año lleno de salud, amor y bienestar. Quizá hasta pidamos trabajo, dinero y vivir en calma.
Los propósitos, se quedan en el plano de los deseos cuando no los bajamos a la vida, a tierra y les ponemos pasos a seguir, objetivos que cumplir y proyectos en los que trabajar.
Ese ideal de casa, esa visión nuestra de salud soñada… todo requiere un plan. Y lo requiere porque al margen de todos esos propósitos, la vida sigue, y la vida hace, y en medio de todo eso, pretendemos además conseguir cosas que suponen un esfuerzo en la mayoría de casos.
Un esfuerzo que nos dará bellos resultados pero que a veces nos cuesta, porque toca echar mano de la voluntad, de nuestra fuerza interior, de trabajar en nosotras mismas para eliminar creencias que nos limitan e impiden que consigamos todo lo que nos propongamos.
¡Qué bonito sería visualizar, y ponernos en marcha! Pero lamentablemente sabrás que no todo es tan fácil como parece.
Por el camino, y aunque queramos cosas que nos benefician mucho, nos encontramos con ciertas resistencias que no sabemos cómo solucionar.
Quiero compartir contigo hoy una serie de preguntas para que si quieres trabajar y realmente conseguir tus metas lo hagas con los pies en el suelo, con un foco claro y realista de lo que necesitas y que al pretender llevarlo a la realidad seas consciente del tiempo que te supone y el espacio que tienes para que eso ocurra.
Para que puedas reconocer si realmente tienes todo claro o si ya están apareciendo ciertas resistencias. Escribe todo. Todo lo que te pase por los pensamientos. Fuera, ya en el papel lograrás darle forma y verás como todo es más claro.
¿Qué es para ti la salud?
Escribe largo y tendido sobre esto. La salud no es sólo comer saludablemente y hacer ejercicio. Salud es lo que pensamos, lo que sentimos, cómo vivimos. Reflexiona sobre ello y escribe. A ver que sale.
¿Tiene áreas definidas?
Tras la pregunta anterior te das cuenta que hay diferentes áreas que son necesarias para que puedas cultivar y sembrar las semillas que harán que te mantengas de forma saludable, en cuerpo, mente, espíritu. Puedes puntuar cada una de estas áreas y ver lo que las cuidas y lo que no.
¿Cómo cuidas cada una de esas áreas?
Aquí responde a cuidados específicos, que es lo que haces en cada una de esas áreas que has identificado, para poder decidir qué quieres hacer. Si estás contenta en cómo lo haces ahora, si quieres hacer cambios o si hay cosas que quieres dejar de hacer.
¿Necesitas algo que ahora no tienes? ¿Qué tienes que aprender?
A veces no conseguimos lo que nos proponemos porque necesitamos hacer cosas antes para que eso ocurra. Es decir, si quiero comer de forma saludable y mantenerlo en el tiempo, quizá tenga que leer algún libro, hacer algún curso de cocina saludable, aprender sobre las propiedades de los alimentos para comer de forma consciente. Pero sobre todo poniendo foco en lo que tú necesitas, y no en intentar saberlo todo. Que puedas adaptar lo que quieras a tu día a día.
¿Qué áreas son las prioritarias este año?
Toca decidir. Quizá, si tienes muchas cosas que abordar puedas hacerlo por etapas, o en muy pequeños pasos. Quizá necesites centrarte primero en unas cosas luego en otras para que tengan una secuencia lógica y construyas desde una buena base. Piensa en ello. Hacerlo todo a la vez no siempre es viable y siempre dependerá desde la zona en la que partes.
¿Qué necesitas para que esos propósitos ocurran? (los relacionados con la salud y los que no)
Aquí, aunque hemos estado hablando de los objetivos más relacionados con el tema de la salud, te invito a dar un paso atrás y tomar perspectiva de la situación, porque imagino que no todos tus propósitos tienen que ver con el tema de la salud. Aunque la salud es la base para conseguir cualquier cosa que te propongas, y por ello es en lo que he puesto foco. Bien. De cada uno de tus propósitos y con ánimo de que consigas lo que quieres y puedas cerrar este ejercicio con cada uno de ellos, piensa en lo que necesitas para que estos sean una realidad. Hazte una lista, verás si puedes desglosar cada cosa e irlo planteando poco a poco, sin prisa pero sin pausa.
¿Necesitas cambiar hábitos? ¿Necesitas incluirlos?
Esto de los hábitos ya es un temazo en sí mismo. Pero obviamente son los que nos ayudan a convertirnos en quien queremos ser. Porque son nuestras acciones las que definen nuestros resultados. Hay épocas en la vida en que parece que no tenemos el control de nada, que todo se sucede a nuestro alrededor y sólo tenemos la capacidad de reacción. Bien, si estás en un punto así, para un segundo, salte de este papel míralo desde lejos y conecta con tu interior., con tu esencia. Respira profundo y céntrate. Ponte en una situación de poder para poder dar el siguiente paso con más seguridad y enfocada a solucionar o dirigirte hacia dónde quieres realmente. A veces hacer esto es un proceso largo y generalmente bastante difícil por la carga emocional que lleva a veces. Pero, puedes hacerlo. Y sino, pide ayuda, es muy sabio saber cuándo hemos de decirlo en voz alta y que otros ojos y oídos nos ayuden a tomar perspectiva.
¿Qué entiendes por ganar salud o perder salud?
Te comparto este concepto “homeostasis”. Puede aplicarse a diferentes campos, pero quiero que reflexiones sobre ello para responder la pregunta que te he dejado en este apartado.
Homeostasis: Se define como la tendencia general de todo organismo al restablecimiento del equilibrio interno cada vez que este es alterado. Estos desequilibrios internos, que pueden darse tanto en el plano fisiológico como en el psicológico, reciben el nombre genérico de necesidades.De esta manera, la vida de un organismo puede definirse como la búsqueda constante de equilibrio entre sus necesidades y su satisfacción. Toda acción tendente a la búsqueda de ese equilibrio es, en sentido lato, una conducta.
Piensa en ello 😉
CONSEJOS
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Cultiva tu paciencia
Respira, medita, pasea, conecta con la naturaleza, con la lentitud de sus procesos… Nada que requiera un cambio profundo ocurre de forma rápida. Sigue fuerte ante la adversidad, y cuando algo parezca que se tuerce, recuerda, gana perspectiva y vuelve a enfocarte. La vorágine de cada una es distinta y debemos desarrollar las herramientas necesarias para que podamos seguir el camino que realmente queremos seguir. Tú, yo y todas. Es pura práctica.
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Confía en el proceso
Sigue firme en tus decisiones. No pierdas el foco. Aunque salgan situaciones en las que parezca que todo cuesta. Tú sigue adelante y aunque te salgas del camino que te habías propuesto, vuelve. No pasa nada. Sigue el paso a paso y sobre todo reflexiona sobre lo que estás consiguiendo y construyendo. Todo es para mejor, y tu salud lo va a notar, tu ánimo también y tus resultados serán distintos.
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Confía en tus habilidades
Tienes todo lo que necesitas para empezar. Porque si no, no sería un reto que te estuvieras planteando. Si tras la reflexión y responder a las preguntas has tomado ciertas decisiones, pon todo lo que tengas para conseguirlo. Y si consideras que te falta algo, ten en cuenta que solo es algo, que no es todo. Así que comienza y sigue hasta conseguirlo y así mantener en el tiempo la vida saludable que deseas.
Para cumplir propósitos, objetivos, metas… sobre todo las que son a medio y largo plazo requiere que estos tres consejos los tengas bien presentes, porque al no ser cosas inmediatas, vendrán momentos de bajón.
Deseo que todo lo de hoy te sirva para hoy y siempre.
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