Según la wikipedia:
La voluntad es la aptitud de decidir y ordenar la propia conducta. Propiedad que se expresa de forma consciente en el ser humano y en otros animales para realizar algo con intención de un resultado.
Consiste en la capacidad de los seres humanos que les mueve a hacer cosas de manera intencionada. Es la facultad que permite al ser humano gobernar sus actos, decidir con libertad y optar por un tipo de conducta determinada. La voluntad es el poder de elección con ayuda de la conciencia.
Y es que para lograr tu objetivo para adelgazar es cuestión de enfoque, bueno enfoque y voluntad.
Luego ya trazarás el plan, con ayuda o sin ella.
El deseo de querer verte y sentirte mejor es el primer paso a ponerte manos a la obra. Hay quien necesitará simplemente mejorar sus hábitos,otras unas pautas más rígidas, otras cambiando cuatro cosas y será suficiente para que su cuerpo se pondrá en marcha.
Después de tantos años trabajando con mujeres y su deseo de adelgazar he visto que tener la voluntad es casi seguro tener éxito. Pero bajo mi experiencia hay que “alimentarla” para que no decaiga y seguir adelante en momentos de bajón.
Me gusta la frase de la descripción “decidir con libertad y optar por un tipo de conducta determinada”. Sobretodo, decidir con libertad.
Para mi la libertad es esencial.
Y acompaño desde ese lugar.
Porque sin libertad, la voluntad no hace acto de presencia y se convierte en un ordeno y mando por parte del profesional en cuestión, y no es mi estilo.
Todas tenemos voluntad. Si te paras a observarte en el día a día, verás la de cosas que haces “a fuerza de voluntad” cómo por ejemplo, levantarte cada mañana a X hora para ir a trabajar, poner lavadoras cuando no te apetece o que sé yo.
Es cuestión de entrenamiento. Y autoestima.
Ver que puedes.
Y cuando lo haces, cada vez te haces más fuerte.
Dicen que la necesidad es la madre del ingenio y pienso que si te pilla con el estado de ánimo adecuado, así es.
Porque todo nace de ti. Tienes dentro esa fuerza intrínseca que se mostrará con tus actos cada día y que puedes usar para lo que quieras, además en diferentes áreas de tu vida.
Y de “el camino se hace andando” nace tu motivación intrínseca, con lo que cuando te pongas en marcha, querrás cada vez más, y tu objetivo, que en este caso es adelgazar, cada vez estará más cerca. Es cuestión de tiempo y de saber saltar o rodear las piedras que surjan en el camino.
Sigue adelante, siempre, a pesar de lo que ocurra. Un fin de semana de desconexión, un cumpleaños o unas navidades, no pueden hacer perder tu foco en el objetivo, que a fin de cuentas, y a pesar que a veces vienen esas subidas poco motivadoras, forman parte del camino.
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