¡Buenos días!
Veamos hoy como funciona un poco nuestra mente.
TODO PENSAMIENTO O IDEA CAUSA UNA REACCIÓN FÍSICA.
– Los pensamientos afectan a las funciones de nuestro cuerpo:
La preocupación, la ansiedad, el estrés, el miedo…manifestando por ejemplo, dolores de estómago, de espalda, cabeza llegando a cosas más graves como, ulceras de estómago, dolores crónicos incluso enfermedades como la fibromialgia.
– Lo que se espera tiende a hacerse realidad:
Las preocupaciones, la ansiedad, el catastrofismo nos predisponen a obtener resultados negativos. Después de imágenes mentales repetitivas, internas o externas, el inconsciente utiliza los medios a su alcance para realizar el plan que tales ideas sugieren. Por el contrario, la expectativa mental positiva nos facilita el éxito, la salud y el equilibrio interno.
– La imaginación es más poderosa que el conocimiento o la información:
Conductas basadas en supersticiones, prejuicios y creencias asociadas a una emoción fuerte, puede “hacernos perder el juicio” temporalmente. Con el empleo exclusivo del razonamiento es difícil la erradicación de estas tendencias. Para ello, usaremos la imaginación.
– La mente no puede mantener indefinidamente dos ideas opuestas o contradictorias sin generar conflicto:
Por ejemplo cuando tenemos convicciones éticas y las transgredimos porque para otros esa acción es normal.
– Las ideas aceptadas por la mente inconsciente, permanecen hasta que otra idea nueva la reemplaza:
“Cuánto más tiempo permanece una idea, mayor es la resistencia a que se la reemplace por otra” Las ideas aceptadas por el inconsciente tienden a convertirse en formas habituales de pensar y en pautas de comportamiento. Así se generan los buenos y malos hábitos, y muchas de nuestras creencias.
– Un síntoma inducido emocionalmente, si persiste lo suficiente, tiende a generar cambios orgánicos:
Más del 60% de las enfermedades padecidas por el hombre tienen origen psicosomático.
– Cada cambio de idea llevado a la práctica disminuye la resistencia a sucesivos cambios:
El cambio es un fenómeno que también se aprende, o se aprende a dejar de temerlo. Cada vez que el inconsciente acepta un cambio de hábito o creencia da un paso más a favor de la flexibilidad.
Del cómo aprendemos, hablaré en el siguiente post 😉
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