Hoy quiero hablarte sobre las migrañas. Es una dolencia muy común que cada vez veo con más frecuencia acuden a mi consulta. La migraña se define como una enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor de cabeza muy intenso e incapacitante.
Normalmente se localiza en un hemisferio de la cabeza y puede abarcar desde la parte posterior de la cabeza hasta la sien llegando al ojo. En el momento de la migraña puede producir trastornos visuales, náuseas, vómitos… Normalmente la persona que lo sufre necesita de estar a solas, tumbarse, relajarse y estar totalmente a oscuras.
Primero lo que hay que verificar es el diagnóstico de que efectivamente es una migraña. Una vez verificado ya podemos empezar a encauzar este problema según nuestras necesidades y deseos.
Hay que valorar el estado de la musculatura cervical y dorsal sobre todo. Puede ser un foco desencadenante puesto que si tenemos contracturas, mucha tensión o alguna lesión puede empeorar las crisis. Por otro lado hay que valorar que tipo de alimentación se está llevando a cabo porque seguramente tengamos que corregir ciertos hábitos. Hábitos como por ejemplo, beber alcohol, comer grasas saturadas y llevar una dieta rica en azúcares refinados.
No siempre las personas que sufren de migraña tienen estas cualidades, lo que sí es común en todos es que es importante depurar el hígado y vesícula biliar. Y esto lo conseguimos con plantas, con una buena alimentación rica en verduras verdes y mucha agua.
Lo que hay que hacer es personificar el tratamiento porque según cada quién y a pesar de haber cosas comunes, en esta enfermedad como en todas diría yo, el componente emocional es importantísimo trabajarlo ya que puede ser (o es) el primer desencadenante de la dolencia.
Yo lo que recomiendo primero es valorar que causas o en que momentos te das cuenta que empieza el dolor, porque quien lo sufre puede intuir que va a tener una crisis y muchas personas consiguen controlarla, pero es importante darse cuenta de qué es lo que empieza a desencadenarla, que siento en ese momento, o que me ha pasado porque seguro que está relacionado con una forma de hacer, de pensar o de vivir.
Personalmente te animo a que te des cuenta de qué es realmente lo que hace que tengas ese inicio, en qué momento empieza y cómo te sientes. Luego una vez enfocado esto, corregir lo que haya que corregir en hábitos alimenticios, y conseguir instaurar un deporte rutinario ya que la migraña es un exceso de la energía de hígado, y que la emoción asociada al hígado es la rabia y cuanto más aprendamos a manejarla y canalizarla mucho mejor.
Trabajar nuestras emociones es importantísimo, nuestro cuerpo refleja lo que sentimos, comemos y hacemos. Cuando cambio mi forma de ver, cambia mi forma de sentir.
¡Que tengas un feliz día!
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