¡Hola soy Gema!

Y mi misión es enseñarte y guiarte
para que cuides tu salud y la de tus hijos de forma natural.

Descubrí el mundo de las terapias naturales hace ya muchos años. Provocó en mí una sensación de libertad y decisión que no había podido experimentar antes. Por fin era dueña de mi salud y responsable 100% de todos los pasos que daba para lograr mi equilibrio. Fui la protagonista de mi vida.

En el recorrido de este camino de autoconocimiento y sanación me di cuenta del poder que tenía conocerme más y todo lo que estaba aprendiendo, me ayudaba a poder tomar mejores decisiones que iban a favor de mi bienestar. Me fascinaban tanto todos mis descubrimientos que me vi en la necesidad de compartirlo con otras mujeres para que

llegaran dónde yo estaba, sin sentirse raras, solas o medio locas, por decidir incluir en sus cuidados de salud terapias naturales.

A través del autoconocimiento, la alimentación consciente y las terapias naturales acompaño y guío a mujeres con o sin hijos que quieren verse y tratar su salud con una visión integrativa poniendo foco en lo natural. Las enseño, en su maternidad, cómo acompañar la salud de los hijos de forma respetuosa integrando otras visiones totalmente complementarias.

Ya de niña, y tras sufrir varias hospitalizaciones debido a mis problemas respiratorios, viví muchas situaciones dentro del sistema sanitario que me provocaron miedo, dolor y una sensación inmensa de soledad. Todas aquellas vivencias crearon en mi una huella que no se borró y que más tarde fue la base de un fuerte deseo que fue creciendo en mi “ayudar a muchos niños a que estuvieran fuertes y sanos” . Crecí pensando en “hacerme médica de los niños” cómo solía decir, para poder ayudarles a cuidarlos sin que tuvieran que sufrir lo que yo.

Pero mi camino fue a parar al mundo de las terapias naturales, después de experimentar el trabajo de auxiliar de clínica que estuve realizando por un año en una clínica infantil. Aquel trabajo era el primer escalón para poder ascender hasta conseguir mi deseo.

En aquella clínica aprendí una valiosa lección que me hizo despertar: “la madre es el mejor médico para su hijo”. Dijo un pediatra en la revisión rutinaria de la mañana. Recuerdo que conversaba con una enfermera y yo escuché eso mientras hacía mis tareas. Vino a confirmar todo lo que yo venía sintiendo por aquel entonces. La importancia del papel de la madre en la salud de su hijo.
Pude observar el miedo, la preocupación, el sufrimiento… que ocasiona tener a un hijo enfermo. Luego, con los años, he podido experimentarlo en mis 2 maternidades (pocas veces, por suerte). Pero con una gran diferencia, que he podido formar parte activa en el proceso de curación de mis hijos a través de aplicar las terapias naturales adecuadas a su necesidad.

Pero todo esto no hubiese sido posible si antes, no hubiese experimentado el cambio en mí. Si no me sintiese segura de que lo que hago les ayuda y va a favor de su salud y su respuesta natural. Además, esto me ha dado la oportunidad de trabajar codo con codo con la pediatra de referencia y apoyarme en ella cuando lo he necesitado.
Con el tiempo he visto que muchas mujeres y madres no saben por dónde empezar. No saben que terapia es la adecuada, no saben crear un plan de bienestar que las ayuda a mantenerse en los márgenes de la prevención y no de la enfermedad. Que viven de forma reiterada con los hijos patologías, una y otra vez, de forma cíclica sin soluciones a largo plazo. Que les preocupa si se están alimentando correctamente ellas y si lo están haciendo bien con sus hijos…Y creo firmemente que no solo hay una forma de tratar cualquier problema que pueda surgir con la
salud.

Entonces fue cuando decidí poner sobre la mesa todo lo que sabía no sólo sobre terapias naturales, alimentación consciente o autoconocimiento, sino todo lo que aprendí en otras formaciones que resonaban con mi visión del cuidado de la salud y el impacto que tenían otras áreas

cómo son la educativa y emocional en el bienestar integral de las mujeres y los niños.
Y esto es, en resumidas cuentas, mi camino hasta llegar dónde estoy hoy. Una salud fuerte y sana no es posible si no nos miramos adentro e integramos los cuidados físicos, emocionales y mentales. La maternidad, es un excelente despertar y llamada hacia al autoconocimiento y desarrollo de nuestras habilidades sanadoras para nosotras y nuestros hijos. Y a mí me encanta poder compartir ese saber con todas las mujeres que hasta hoy, he tenido la suerte de acompañar.

Me siento inmensamente agradecida cuando me cuentan cómo se cuidan y cómo su vida ha mejorado y que además ha tenido un impacto tan positivo en sus hijos. La conexión que se genera entre madre-hijo cuando son ellas las que ejercen el papel de “terapeuta” es mágico.
Elegir este camino no es lo más fácil, ya que suele estar envuelto de juicios y  miedos. ¡Pero merece tanto la pena! ¡Y te da tanta seguridad! Por eso, me encantaría poder guiarte y acompañarte sin que tengas que sentirte que vas sola por el mundo a contracorriente. Y puedes lograr llevar la vida saludable que deseas para ti y para tus hijos, desde el respeto y lo natural. ¿Te animas?
Un fuerte abrazo,

Gema

PD: Te dejo aquí mi currículum profesional por si lo necesitas, para que te hagas una idea de mi alquimia profesional.

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